Cómo poner a dieta a un gato obeso
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El apetito insaciable de los gatos puede llevarnos a cometer el error de darles más comida de la que en realidad necesitan. Esto puede, como mínimo, producirles un aumento de peso que podría llevarles a tener problemas más serios. Si te ha sucedido con tu mascota, te vendrán muy bien estos consejos sobre cómo poner a dieta a un gato obeso. Descubre cómo ayudar a tu gato a recuperar un peso saludable y prevenir enfermedades relacionadas con la obesidad felina.
¿Por qué la obesidad en los gatos?
A veces no nos imaginamos que nuestras mascotas puedan padecer enfermedades como la obesidad. Aunque los humanos y los animales somos diferentes, nuestros cuerpos funcionan de manera similar, lo que significa que sí, los gatos también pueden ser obesos. La obesidad felina no es solo un problema estético; puede derivar en enfermedades graves como diabetes, problemas cardiovasculares y artrosis, entre otras. Por eso, es fundamental tomar medidas al respecto.
Continúa leyendo y descubre cómo poner a dieta a tu gato de manera segura y efectiva.
Las causas más comunes de la obesidad en los gatos
Antes de abordar cómo poner a dieta a un gato obeso, es esencial entender por qué ha ganado peso. A continuación, te presento las causas más frecuentes:
- Alimentación inadecuada: Un pienso de baja calidad puede contener exceso de grasas y carbohidratos, lo que puede provocar que tu gato engorde poco a poco. Muchos dueños no se percatan del problema hasta que el gato ya está obeso.
- Sobrealimentación: Los gatos siempre parecen tener hambre, y como dueños, podemos caer en el error de alimentarlos más de lo necesario. Es importante seguir las recomendaciones del fabricante y no dejar que el gato coma en exceso.
- Alimentos procesados: El atún enlatado, las salchichas o el jamón york pueden parecer tentadores para tu gato, pero están cargados de azúcares, grasas y sal, que son perjudiciales para su salud y pueden causar obesidad.
- Falta de ejercicio: Aunque los gatos duermen mucho, necesitan actividad física regular. Si tu gato lleva una vida sedentaria, es más probable que acumule grasa corporal.
- Problemas de salud: En algunos casos, la obesidad puede estar relacionada con enfermedades subyacentes, como problemas tiroideos o otras afecciones metabólicas. Si sospechas que tu gato tiene una condición médica, consulta con tu veterinario.
Consejos para poner a dieta a un gato obeso
Si has determinado que tu gato está obeso, es crucial actuar de manera responsable y segura. Aquí tienes algunos consejos prácticos y sencillos para ayudar a tu gato a perder peso:
1. Reduce la cantidad de comida
Si crees que el problema está en la cantidad de comida que le das, reduce las raciones poco a poco. Aunque los gatos siempre parecen tener hambre, es importante no caer en la trampa de sobre alimentarlos. A diferencia de los perros, que pueden comer gran cantidad de comida en unas pocas comidas, los gatos son animales que comen en pequeñas cantidades durante todo el día, así que repartir las comidas en varias tomas puede ser una solución efectiva.
2. Divide las comidas
Si tu gato necesita consumir 150 gramos de pienso al día, intenta dividirlo en tres o cuatro comidas más pequeñas. Esto no solo ayudará a controlar el apetito de tu gato, sino que también hará que se sienta más satisfecho durante todo el día. Recuerda que los gatos son cazadores naturales y, en condiciones salvajes, comen pequeñas presas a lo largo del día. Replicar este comportamiento puede ayudar a regular su metabolismo.
3. Motívalo a hacer ejercicio
Jugar con tu gato es esencial para mantenerlo activo y prevenir la obesidad. Aquí tienes algunas ideas para estimular su instinto cazador:
- Juegos con el láser: Usa un puntero láser para que tu gato lo persiga por la habitación. Esto lo mantendrá corriendo y saltando, lo que quemará calorías de manera divertida.
- Usa juguetes interactivos: Cañas con plumas, juguetes que imitan a pequeños animales o juguetes que puedes tirar para que los persiga son ideales para fomentar el ejercicio.
- Sal al aire libre: Si es posible, lleva a tu gato a un jardín o un espacio seguro al aire libre. El cambio de entorno y la posibilidad de explorar lo mantendrá activo y entretenido.
- Considera adoptar otro gato: Si vives con otro gato, ambos pueden jugar y correr juntos, lo que estimula el movimiento físico y reduce la ociosidad.
4. Cambia el pienso por comida natural (Dieta BARF)
La dieta BARF (Biologically Appropriate Raw Food) consiste en alimentar a tu gato con comida cruda, similar a lo que comería en su estado salvaje. Esto incluye carne magra, huesos, vísceras y algunos vegetales. Aunque puede parecer extraña, esta dieta ayuda a reducir la ingesta de grasas y carbohidratos, lo que puede ayudar a tu gato a perder peso. Siempre que decidas cambiar la dieta de tu gato, asegúrate de consultar con un veterinario para evitar carencias nutricionales o problemas digestivos.
5. Mezcla el pienso con agua
Si prefieres no cambiar a una dieta BARF, una alternativa sencilla es mezclar el pienso seco con un poco de agua. Esto hará que el alimento sea más voluminoso, lo que dará a tu gato una mayor sensación de saciedad. Además, esto también ayudará a reducir la cantidad de alimento en grasa que consume, siempre y cuando mantengas controlada la cantidad total de comida.
Consejos adicionales para el éxito de la dieta
Además de los consejos anteriores, aquí tienes algunos tips adicionales que pueden ayudar a tu gato a perder peso:
- Supervisión veterinaria: Es crucial que un veterinario supervise el proceso de pérdida de peso de tu gato, especialmente si está obeso. Un profesional puede ofrecer orientación personalizada y asegurarse de que el gato esté perdiendo peso de manera saludable y segura.
- Monitoriza el progreso: Registra el peso de tu gato periódicamente
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