El peligro de dar huesos a tu perro

Los huesos que le brindamos a nuestros perros les pueden ocasionar serios problemas a su salud, aunque muchos digan lo contrario, se trata de un alimento y un entretenimiento que los perros adoran y disfrutan mucho, pero el peligro de dar huesos a tu perro son muchos y queremos compartirlos hoy en este post de Macotass.com

Se puede dar huesos a los perros siempre que se seleccione bien el producto. No vale cualquier tipo de hueso. A continuación te mostramos algunas complicaciones que pueden tener cuando consumen por ejemplo huesos cocinados, entre otros.

Hay muchos expertos veterinarios que son testigos de muchos casos donde se ven afectados los perros al estar consumiendo un delicioso hueso.

El peligro de dar huesos a tu perro cocinados o crudos

Los huesos cocinados nunca son los mejores ni los más apropiados, ya que pueden conducir a una ruptura del intestino o a una obstrucción en la garganta.

Esto se debe principalmente a que durante la cocción los huesos se debilitan, haciendo que se partan cuando el perro lo come y dañen las paredes del sistema digestivo. Otros daños que le pueden ocasionar son los siguientes:

• Daño de los dientes.
• Obstrucción en la tráquea
• Peritonitis
• Lesiones en su lengua, esófago, estómago, intestinos y recto.
• Desgarros.

En su lugar, podemos ofrecer huesos crudos, un alimento saludable que aporta calcio, fósforo y minerales. Además suelen encantarles por su sabor y el entretenimiento que les proporciona al masticar.

El consumo recomendado de huesos crudos sería una vez a la semana y puedes ofrecérselo directamente bajo una buena supervisión. Sin embargo, los huesos crudos no están exentos de riesgos.

Otras complicaciones que le pueden afectar

Obstrucción de las vías respiratorias - Todo o parte del hueso puede deslizarse por la garganta y llegar a bloquear las vías respiratorias haciendo que el perro se ahogue.

Problemas gastrointestinales - Huesos que pasan a través del tracto digestivo pueden causar daños graves. Un pedazo de hueso puede alojarse en el esófago, estómago o los intestinos. En la mayoría de los casos, se requiere cirugía de emergencia para sacar el hueso.

Si los huesos no se atascan, pueden causar irritación al pasar por el tracto gastrointestinal, produciendo vómitos, diarrea o estreñimiento.

Por más que tu perro ame los huesos, por más que hayas dado huesos a tu perro y nunca haya pasado nada, es mejor evitar que algo de lo anterior le suceda. Lo importante es mejor brindarles una nutrición saludable

Para que tu perro se pueda degustar un buen hueso sin que este le afecte te recomendamos incluir la dieta Barf, que incluyen algunos huesos preparados con calidad, no olvides que todos deben ofrecerse crudos y con carne, no huesos pelados: