Por qué el Perro no puede comer Huesos Cocidos
##### Título: Por qué el Perro no puede comer Huesos Cocidos
Por qué el Perro no puede comer Huesos Cocidos
A los perros les encanta deleitarse con un rico hueso cocinado, pero esto puede causar heridas importantes en todo su aparato digestivo, que puede variar de leves a graves. Es fundamental entender por qué no debemos darles huesos cocidos a nuestras mascotas. El cocimiento de los huesos los vuelve blandos o demasiado laminados, lo cual puede resultar peligroso para su salud. Si acostumbras a darles huesos a tus perros, te recomendamos que sean huesos crudos. A continuación, te presentamos varias razones por las cuales no debes darles huesos cocidos.
Por qué el Perro no Puede Comer Huesos Cocidos: Razones Principales
Los huesos cocidos, aunque parezcan inofensivos, representan un riesgo significativo para la salud de los perros. A continuación, exploramos las principales razones por las que debemos evitar dárselos.
1. Riesgo de Lesiones en la Boca y Dientes
Los huesos cocidos se vuelven más frágiles y afilados una vez cocinados. Cuando un perro intenta masticarlos, estos fragmentos afilados pueden causar cortes en la boca, las encías y hasta fracturas dentales. Aunque estos incidentes pueden no ser mortales, sí pueden causar dolor significativo y requerir atención veterinaria costosa.
Además, los huesos cocidos pueden quedar atrapados en la boca del perro, especialmente alrededor de la mandíbula. Esto puede conducir a dificultades para abrir la boca o incluso infección si el hueso lesiona los tejidos blandos de la boca.
2. Obstrucción en el Esófago o Tráquea
También existe el riesgo de que un hueso cocido se quede atorado en el esófago del perro. Si esto sucede, el perro puede toser o hacer arcadas en un intento infructuoso por expulsar el hueso. Si después de varios intentos no logra desatascarlo, es esencial llevarlo al veterinario de inmediato para evitar complicaciones graves.
En casos más alarmantes, el hueso puede incluso alojarse en la tráquea, lo cual constituye una emergencia médica. La obstrucción de la tráquea puede afectar la respiración del perro, lo que requiere atención veterinaria urgentemente para evitar problemas respiratorios graves o incluso la asfixia.
3. Problemas Gastrointestinales
Y aunque los huesos cocidos puedan ser tragados sin problemas iniciales, estos pueden quedar atrapados en el estómago o intestinos del perro. A pesar de que los perros son capaces de tragar objetos relativamente grandes, un hueso cocido demasiado grande o afilado puede no pasar adecuadamente a través del tracto gastrointestinal.
Si un hueso se aloja en el estómago o intestinos, pueden ocurrir serias complicaciones, como obstrucción intestinal, úlceras, o incluso perforación de órganos internos. En estos casos, el perro necesitará una intervención veterinaria, la cual puede incluir procedimientos quirúrgicos costosos para eliminar el hueso y reparar cualquier daño causado.
4. Intoxicación por Sustancias Tóxicas
Algunos huesos cocidos pueden contener restos de alimentos cocinados, como marinadas o salsas, que pueden ser perjudiciales para los perros. Además, la cocción misma puede liberar sustancias químicas dañinas que afectan la salud digestiva de la mascota.
Además, algunos huesos, particularmente aquellos que provienen de aves cocinada, pueden contener pequeños huesos espinosos que se desprenden durante la cocción, los cuales son aún más peligrosos cuando son ingeridos por los perros.
5. Daño al revestimiento Intestinal
Los huesos cocidos, especialmente si están afilados o tienen bordes cortantes, pueden dañar el revestimiento intestinal del perro. Esto puede causar inflamación, úlceras y sangrado interno, lo cual conlleva síntomas como vómitos, diarrea sanguinolenta, y en casos graves, insuficiencia orgánica.
¿Qué Alternativas Tenemos?
Si bien es importante no dar huesos cocidos a los perros, tampoco es necesario privarlos de la posibilidad de masticar huesos. Existen varias alternativas seguras que pueden satisfacer su instinto natural de morder y masticar.
Huesos Crudos: Los huesos crudos, como los huesos de res o de ternera, son una excelente opción. A diferencia de los huesos cocidos, estos huesos son más duros y menos propensos a romperse en fragmentos afilados, lo que los hace más seguros para los perros. Además, ayudan a mantener los dientes limpios y fortalecen las mandíbulas de la mascota.
Huesos Traitados: Algunas tiendas especializadas en alimentos naturales para mascotas ofrecen huesos que han sido tratados térmicamente para eliminar bacterias, pero que mantienen su integridad estructural. Es importante asegurarse de que estos huesos estén específicamente diseñados para perros y no sean cocidos en casa.
Consejos para Dar Huesos de Forma Segura
Si decides darle huesos a tu perro, ten en cuenta estos consejos para asegurarte de que sea una experiencia segura y beneficiosa:
1. Supervisa: Mantén supervisión constante mientras el perro mastica un hueso para asegurarte de que no lo trague entero o lo parta en trozos pequeños afilados.
2. Elige el Tamaño Adecuado: Asegúrate de que el hueso sea grande suficiente como para que el perro no se lo trague y también que sea lo suficientemente pequeño como para que pueda masticarlo cómodamente sin riesgo de atoramiento.
3. Conoce las Preferencias de Tu Mascota: Algunos perros son más propensos a morder o tragar trozos grandes, mientras que otros prefieren masticar lentamente. Conoce la personalidad y los hábitos de tu perro para elegir el hueso más adecuado.
Preguntas Frecuentes
¿Puedo darle huesos cocidos a mi perro?
No se recomienda dar huesos cocidos a los perros, ya que estos pueden resultar peligrosos. Los huesos cocidos son más frágiles y pueden romperse en fragmentos afilados que causan daños a la boca, esófago, tráquea, estómago e intestinos.
¿Qué tipos de huesos son seguros para mis mascotas?
Los huesos crudos, como huesos de res o de ternera, son seguros siempre y cuando se eligen huesos adecuados al tamaño de tu mascota y se supervise su ingestión. Asegúrate de no dárselos huesos cocinados, ya que estos son más peligrosos que los huesos crudos.
¿Cuáles son los síntomas de que mi perro se ha atragantado con un hueso?
Si tu perro se ha atragantado con un hueso, puede presentar síntomas como tos, jadeo, babeo excesivo, intentos de vomitar, vértigos, entre otros. En caso de observar estos síntomas, es crucial llevarlo al veterin
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